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El si mismo en proceso

  • Vittorio Guidano
  • 30 nov 2015
  • 6 Min. de lectura


Este modelo fue publicado por primera vez en 1983 bajo el nombre de “Psicoterapia Estructural” y se define como un modelo psicoterapéutico integrativo por cuanto su metodología es igualmente utilizable para pacientes en tratamiento individual, para parejas y para familias, pero también, para personas normales, neuróticas y psicóticas. El objetivo del trabajo terapéutico es que el paciente reconstruya y conozca mejor sus reglas de procesamiento y funcionamiento personal.

SUPUESTOS BÁSICOS

Noción de Realidad:

Guidano toma la concepción usada originalmente por Russel, quien en 1903 planteó que en los organismos existe una propiedad autorreferencial que implica que el observador siempre es parte integrante de lo observado. Esto significa que todo conocimiento siempre refleja mucho más las estructuras del que está conociendo que las estructuras de la realidad en sí. Así, la observación que cada sujeto hace respecto de un objeto, proceso o situación, corresponde siempre a una construcción autorreferencial que lo refleja más a él mismo antes que a cualquier otra cosa. De esta manera, Guidano, pasa de una concepción de realidad única (Universo) con existencia propia e independiente de quien la observe a una concepción de Multiverso (Maturana) construido por nosotros y que nos informa acerca de nosotros mismos. Se acepta la posibilidad de la existencia de la verdad y de lo real, pero se plantea que ésta es incognoscible e inalcanzable a través de una captación inmediata; lo que conocemos es la construcción de un orden capaz de darnos sentido.


Noción de autoorganización:

El ser humano, como todo organismo vivo, es un sistema capaz de auto organizarse. Cada experiencia que un sujeto tiene con la realidad multiversa cambia el modo en que ese sujeto ordena la realidad, porque introduce un nuevo orden en su conocimiento. Por lo tanto, el observador está cambiando constantemente y va cambiando también la organización que se da a sí mismo y a lo que observa.

Noción de adaptación:

La concepción racionalista y naturalista entendía la adaptación como la correspondencia de un organismo respecto de la realidad; el organismo adaptado era aquel que fuese capaz de responder adecuadamente a las exigencias o presiones objetivas y reales provenientes del mundo exterior, de manera de poder insertarse armoniosamente en una suerte de ”equilibrio” de la naturaleza. Sin embargo, Guidano ve al organismo transformando las presiones ambientales externas en un orden interno y, por lo tanto, estar adaptado no corresponde a responder adecuadamente a las presiones o exigencias del medio ambiente exterior, sino más bien al tipo de configuración de significados personales que cada sujeto hace respecto de sí mismo y del mundo. De esta manera, la noción de experiencia implica que las así llamadas “presiones ambientales” pasan a formar parte del mundo de significados del sujeto.


Conocimiento tácito y conocimiento explícito:

El conocimiento es una construcción progresiva que hace el sujeto de los modelos de la realidad y no la reproducción de una realidad externa, objetiva y única. Todo conocimiento, ya sea sobre sí mismo o sobre el mundo, es en primer lugar, un conocimiento tácito; preverbal, holístico, emotivo, inherente al sólo hecho de vivir. Esto es lo que Guidano llama “La Experiencia Directa”.

Posteriormente en un sentido evolutivo, y también posterior a cada experiencia del hombre, aparece el conocimiento representacional y cognitivo. Este es explícito, verbal, conceptual, lógico, analítico y secuencial. Este tipo de conocimiento representa las explicaciones que nos damos acerca de lo que experienciamos directamente por el sólo hecho de vivir. Ambos tipos de conocimientos son complementarios, pues todo lo que podemos percibir y experimentar puede ser explicado verbalmente.


Conocimiento de Sí mismo y Conocimiento del Mundo:

Los modelos de realidad que el sujeto estructura determinan los patrones con que puede ver y concebir el mundo y confirman la definición de la forma que la realidad asume en cada experiencia de ese sujeto. Toda la información que el sujeto recibe en su permanente interacción con el mundo es estructurada como conocimiento de sí mismo y del mundo. El conocimiento de sí mismo y del mundo (tanto implícito como explícito) son complementarios, pues ambos tipos de conocimientos constituyen las dos caras de una misma moneda. El conocimiento que un individuo tiene de sí mismo incluye siempre su concepción de la realidad y, a su vez, cada concepción de la realidad esta coordinada directamente con el conocimiento que ese sujeto tiene de sí mismo.

Las primeras informaciones sobre sí mismo y el mundo, las recibe el niño de sus padres, los cuales como un espejo ofrecen una imagen de sí mismos. Esta imagen coordina y dirige los patrones de auto reconocimiento hasta que el niño llega a percibirse a sí mismo en concordancia con esa imagen. La progresiva y gradual estructuración del conocimiento de sí mismo o autoconocimiento va estableciendo un sesgo o “Tonalidad Emotiva” invariante en las percepciones que va haciendo el sujeto respecto de sí mismo y del mundo.

Este sesgo (o facilitación) actúa relacionando los campos específicos de intercambio que tendrá el sujeto con el mundo. De aquí se deriva la importancia que tiene la calidad del vínculo temprano con sus personas significativas. El apego es el factor organizador de la información que el sujeto tendrá de un modo estable sobre sí mismo y sobre el mundo.


El ser humano, a diferencia de otras especies, permanece un largo período de su vida con sus padres y, por lo tanto, las autoconcepciones construidas en sus primeros años y confirmadas constantemente, van fortaleciéndose y desarrollándose, hasta más allá de la adolescencia.

La construcción de las concepciones de sí mismo es un proceso continuo, progresivo y jerárquico en el que cada nuevo concepto de sí mismo se apoya en el anterior y determina la dirección posible de la próxima autoconcepción.

MODALIDAD DE PROCESAMIENTO DEL PENSAMIENTO: UN CONTINUO

Normalidad, neurosis y psicosis corresponden a tres modalidades diferentes de procesamiento de un mismo significado personal, esto significa que cada experiencia puede ser vivida o procesada desde cualquiera de estas tres modalidades y que la persona puede pasar de una modalidad a otra en distintos momentos de su vida y en diversos sentidos.

El autor plantea dos elementos básicos para la diferenciación de la modalidad en que una persona está procesando su significado personal en un momento o período determinado: La Flexibilidad y la Capacidad de Abstracción de su pensamiento o procesamiento de significado personal.

La Flexibilidad:

Es la característica que le permite a un sujeto cambiar de puntos de vista, analizar un mismo hecho desde diferentes ángulos, establecer diferentes conclusiones a partir de una misma premisa, moverse entre premisas diferentes, etc.

La Capacidad de Abstracción:

Es la capacidad que le permite al sujeto “despegarse” del hecho o situación concreta que esta viviendo o analizando, para mirarlo desde una mayor altura, integrando así elementos temporalmente anteriores y posteriores a la situación misma. Una mayor abstracción le permite tener una percepción de la situación en un contexto más amplio.

Según el uso que el sujeto haga de estas dos funciones básicas situará su estilo de procesamiento cognitivo en un nivel de procesamiento de significado personal normal, neurótico o psicótico.

Características Generales del Procesamiento Normal:

  1. Adecuado nivel de flexibilidad y capacidad de abstracción.

  2. La persona puede mirarse a sí misma y reflexionar respecto de cómo se ve a él mismo y a los demás.

  3. Puede ver lo que le sucede y lo que experimenta desde diversos ángulos o puntos de vista.

  4. Sus niveles de flexibilidad y capacidad de abstracción le permiten un pensamiento creativo y generativo.

Características Generales del Procesamiento Neurótico:

  1. Se observan menores niveles de abstracción y flexibilidad.

  2. El sujeto posee un conocimiento personal más concreto y rígido.

  3. Sus percepciones se hayan más ligadas al momento y fijadas a cada situación concreta.

  4. Su pensamiento, al ser más rígido, le impide o dificulta la posibilidad de cambiar de puntos de vista.

  5. Tiene pocas hipótesis y las conclusiones se siguen de manera rígida a las escasa hipótesis que las generan.

  6. Pese a todo lo anterior, la persona no presenta daño o interferencia en su capacidad de integración de sí misma.

  7. existe juicio de realidad conservado.

Características Generales del Procesamiento Psicótico:

  1. Se observan grandes déficit en cuanto a la flexibilidad y capacidad de abstracción del pensamiento.

  2. Imposibilidad de metaforización.

  3. Graves dificultades para lograr un buen nivel de integración transversal, no logra conseguir un sentido unitario y coherente de su propia identidad personal en el presente, ni tampoco a través del tiempo.

  4. El paciente psicótico puede intentar lograrse integración por medio del uso de:

  • Un Pensamiento “In Minus”: Que se caracteriza por excluir ciertos aspectos que no logra integrar a su imagen consciente de sí mismo y del mundo. Estos aspectos escindidos retornan en lo real bajo la forma de alucinaciones.

  • Un Pensamiento “In Plus”: La persona debe desbordar, exagerar, incluir aspectos que las personas generalmente no incluyen en su percepción de las cosas y de sí mismos. Estos elementos que se articulan en base a la trama de una lógica exacerbada aparecen bajo la forma de delirios


 
 
 

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